Te preocupas demasiado por cosas que no son esenciales.Tu interés está puesto más bien en aquello que la gente piensa a tu alrededor.
Tú no sabes con certeza lo que piensan en realidad los demás. No necesitas justificarte.
Entonces me dí cuenta. Lo que yo hacía no era vivir, sino "ser vivido"
Pero incluso en ese punto Juan tenía razón: a menudo no me había importado la esencia de las cosas, sino las reacciones de la gente.
El mundo que nos rodea, exige de nosotros muchas cosas que, ciertamente, en el fondo no queremos.
Depende únicamente de mí el modo como yo quiera vivir.
-Pregúntate, porqué pierdes el tiempo con personas en las que no tienes confianza. Con esos "amigos" (entre comillas).
-No es culpa de tu infancia o de tus padres. Tú te formas el camino. Y cargas con las consecuencias. No le eches la culpa a nadie.
Tiene que haber coraje de no amilanarse frente a cualquier posibilidad nueva y no aferrarse a la vida antigua, una vida vivida ya de un modo familiar y conocido.
El miedo te impide moverte libremente y desarrollar todas tus facultades. Te impide vivir, abrazar la vida a la que tú también miras con ansia.El miedo a las propias posibilidades nos hace permanecer en ese pantano al que ya nos hemos acostumbrado.
En resumen, -O te hundes en el pantano o intentas abandonarlo. Sólo hace falta que quieras cambiar. Sin embargo, mientras las personas no quieran cambiar, seguirán siendo tan cobardes como antes, a la vez que sufrirán exactamente las mismas dependencias.
-Nadie puede hacer nada respecto al hecho de haberse desarrollado en una sociedad determinada ni respecto a la manera de como ha sido educado.Pero si puede procurar con todas sus fuerzas liberarse de la situación en la que se encuentra.
-El único camino para salir del pantano es buscar con toda tranquilidad dónde hay una salida firme y segura.
Es necesario buscar los medios y encontrar amigos para ayudarse mutuamente a salir de ahí. No hay que quedarse quieto ni rechazar cualquier cambio.
-Mantente también alerta con respecto a ti mismo, porque nadie puede mentirte y engañarte mejor que tú mismo. Tres cosas están estrechamente unidas a ti. Son el cuerpo, la mente y el alma. Ninguna de esas partes debe gobernar a las demás. Las tres son importantes y no deben de ser olvidadas.Ya que las otras partes enfermarían por ello. Hay personas que piensan que el cuerpo es sólo un vehículo del alma y envenenan sus órganos con placeres pasajeros. No mueven su cuerpo, simplemente lo arrastran. Y a veces ni siquiera ven el sol, ni perciben el viento. Todas esas personas cuidan más de sus posesiones que de sus cuerpos.
-No dejes que tu cuerpo se eche a perder, sino siente lo que el puede manifestarte. Haz ejercicio y cosas saludables. Déjale respirar libremente y vivir el libertad. Así verás que él también puede proporcionarte goces. No atormentes a tu cuerpo con venenos que prometen muchos placeres pero que hacen que enferme.
-Otorga a tu mente la misma paz y la misma tranquilidad que necesitan tu cuerpo y tu alma. Una mente inquieta es como una fiera hambrienta, al tiempo que pierde sus mejores facultades.
-En el mundo que te rodea, las personas carecen de sosiego y de tranquilidad, hasta el punto de que son dominados por una insatisfacción profunda.
-Concede a tu alma tranquilidad para hacerse oír, porque la voz de tu alma es suave y sólo puede oírse en silencio y en paz. Sólo así tu alma te llenará de vida y tú serás como verdaderamente eres.
-Ahora eres libre de hacer lo que quieras en cada momento. Puedes decidir a qué opinión adherirte y qué dependencias quieres conservar o rechazar.
-Sólo cuando tomes para ti el tiempo que te haga falta podrá desarrollarse plenamente tu vida. Quien se apresura y se precipita actúa a menudo de un modo equivocado.
-Ahora puedes elegir entre múltiples caminos. Y el que sigas, has de recorrerlo con todo tu corazón. Deja de buscar y aprende a encontrar. No te apartes de ti mismo, porque tú eres lo más valioso que tienes en este mundo.